Para disponer de documentos legales traducidos a cualquier idioma necesitas de una traducción jurada, con el fin de que tenga validez legal. Este trabajo ha de ser realizado por un traductor jurado, cuyo papel es muy diferente al de un traductor convencional. Si necesitas más información acerca de qué es una traducción jurada y para qué sirve la traducción jurada hemos preparado para ti el siguiente texto.
La traducción jurada es todo aquel documento que ha sido traducido a otra lengua diferente a la del documento original, por un traductor jurado. Es decir, toda aquella persona que esté acreditada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación para dicha labor y que acredita que el documento es fiel al original.
Y es que según la legislación española todos los documentos legales que estén redactados en cualquier lengua extranjera necesitan ser acompañados de su correspondiente traducción jurada. De lo contrario, carecerían de efecto legal alguno en nuestro país.
La legalización de documentos en España es necesaria, excepto en aquellos casos en los que exista un convenio o acuerdo internacional que exprese lo contrario de manera explícita.
Si alguna vez te has preguntado para qué sirve la traducción jurada hemos de decirte que su uso se aplica en determinados ámbitos, tales como:
Como habrás podido observar las traducciones juradas suelen ser solicitadas en los procesos administrativos y jurídicos que requieren de una determinada documentación legal. Por lo tanto, su utilidad es muy frecuente dentro de los organismos públicos, así como en determinadas empresas. En todas ellas se exige que un documento determinado tenga que ser traducido por un traductor jurado que reconozca su validez.
Por el contrario, todo el papeleo (contratos, pólizas de seguro, rutas, acuerdos, etc.) que se utiliza en el tráfico mercantil no necesita de una traducción jurada. Solo en el caso de que ambas partes negociadoras así lo soliciten.
Cuando tenemos que tratar con documentos de peso legal es necesario el poder de las traducciones juradas. Estas se diferencian de las convencionales en que han de ser realizadas por un traductor jurado que certifique mediante su firma y sello, su validez. Por lo demás, ambas versiones del documento incluyen una transcripción del mismo desde una lengua extranjera a la castellana. Una con valor legal y otro sin él. Eso sí, el trabajo es mucho más delicado y exigente debido a la alta responsabilidad que acarrea una traducción jurada.