El crecimiento del uso del vídeo ha sido exponencial en la última década. Esto ha sido posible a dos factores principalmente:
Para las empresas ha sido toda una revolución, ya que supone un nuevo formato en el que comunicar al mundo sus mensajes corporativos. Este hecho es de importancia capital, ya que vivimos en la era del contenido, en el que cada segundo se generan infinidad de textos nuevos y en el que el usuario dedica apenas unos segundos a decidir si es relevante para él o no. Por eso, el vídeo puede ser un gran aliado, permitiendo llegar al público objetivo con mensajes que son muy fáciles de consumir y que llaman más la atención que un texto.
Sin embargo, las visrtudes del vídeo no sólo se refieren a las plataformas online, también ofrecen grandes beneficios en una presentación de producto, en una visita comercial, en demostraciones de uso y un largo etcétera.
Para que tu vídeo tenga el impacto que deseas, debes asegurarte de que al menos cumpla con unas características básicas.
Como hemos visto en el punto anterior, debemos adaptar nuestros vídeos al público objetivo al que queramos llegar. Además, gracias a internet, nuestro vídeo podrá alcanzar cualquier parte del globo en apenas unos segundos.
Por otro lado, piensa que en muchas ocasiones los vídeos se visualizan sin audio, por ejemplo, con las previsualizaciones de Facebook.
Estos dos factores han hecho que sea imprescindible traducir nuestros vídeos a los distintos idiomas de los mercados a los que queramos llegar o al menos, subtitularlos.
Como mínimo, debemos asegurarnos de que el usuario pueda acceder a la información en inglés, si no disponemos de recursos necesarios para traducirlo a su lengua materna.
En este sentido, el desarrollo tecnológico en el campo de la traducción y la interpretación, ha permitido que en la actualidad existan diversas soluciones para crear vídeos multilingües y subtitulados.
Es recomendable siempre contar con un equipo profesional que pueda añadir valor a tus vídeos. Ten en cuenta que no se trata de hacer traducciones literales, si no que deberán adaptarse a las peculiaridades lingüísticas de cada mercado y coordinarlo con las imágenes que se vean. Al cambiar de idioma habrá frases más largas o más cortas y si no creas un vídeo multilingüe adaptando el audio a las imágenes, perderás eficacia en tu mensaje.
Ante cualquier duda, puedes solicitar la ayuda y asesoramiento gratuito de uno de nuestros expertos.