El aval de Cambridge para traductor es excelente cuando debes escogerlo. Sus certificaciones gozan del máximo prestigio internacional, por lo que suponen una magnífica referencia para conocer su cualificación y dominio idiomáticos.
Superar sus exámenes significa contar con un respaldo oficial válido en numerosos países. Cuando necesitas contratar a un intérprete o a un especialista en traducciones de nivel, este aspecto te aporta una tranquilidad incuestionable.
Por ello, te recomendamos tomarlo en consideración al decidir en qué manos pones tus encargos lingüísticos en inglés. Además, conocer sus características te ayudará a valorar mejor las diferentes candidaturas.
Seguro que has oído hablar de las certificaciones y de los exámenes de Cambridge. Si has estudiado inglés en algún momento de tu vida, probablemente te habrán animado a presentarte a estas pruebas. Ahora bien, ¿sabes por qué gozan de tanto reconocimiento?
El sistema de titulaciones Cambridge English Qualifications está constituido por un conjunto de pruebas específicamente diseñadas para establecer el dominio real de cada persona. Su planteamiento busca proporcionar estas referencias de una manera objetiva, así como fomentar un aprendizaje eficaz, entretenido y solvente.
Para ello, establece distintas fases de evolución en las destrezas lingüísticas en inglés. Se centran en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas y tratan de potenciar las destrezas de comprensión y expresión, tanto habladas como escritas. Durante todos estos años, se ha convertido en un símbolo de excelencia y confianza en multitud de entidades internacionales.
En realidad, los tipos de test de inglés de esta organización son muy numerosos. Abarcan todos los ámbitos, desde los centros escolares hasta la educación superior, los negocios y la actividad profesional.
Todos estos ejercicios comparten una escala de puntuación armonizada, para establecer con precisión el nivel real de dominio. Como ya te hemos indicado, está alineada con el MCER.
Esta es su graduación más conocida:
Conocer cuál es el nivel del candidato resulta esencial al elegir un traductor. No es la única información que te conviene conocer —luego te daremos más pautas valiosas—, pero suele ser idónea para la primera criba.
Además de Cambridge, existen otros certificados de inglés que poseen un gran prestigio mundial. Hay tres, sobre todo, que cuentan con una popularidad comparable al de esta universidad británica:
Por tanto, aunque no tenga certificado de Cambridge tu traductor puede estar igualmente preparado. Por ello, debes contemplar también sus exámenes de Trinity, TOEFL e IELTS si los tiene.
¿Seguimos avanzando? El objetivo de este contenido es ponértelo más fácil al elegir traductor. Por ello, vamos a insistir en la idea fuerza de este artículo. La competencia de los mejores lingüistas en inglés queda acreditada por los niveles obtenidos en estas pruebas. Por ello, para empezar, comprueba esas referencias de certificaciones mundialmente prestigiosas.
Estos niveles de Cambridge, TOEFL, IELTS y Trinity College son estándares mundiales ideales para comparar las diferentes candidaturas de traductores.
Ahora bien, ¿sabes cómo elegir traductor con eficacia? Las malas traducciones siempre acaban resultando desastrosas para tu imagen profesional o tu marca.
A veces, incluso los trabajos técnicamente correctos resultan torpes, inadecuados o ineficaces. Ten presente que la labor de estos profesionales trasciende la mera traslación de palabras de una lengua a otra. A fin de cuentas, se trata de crear un contenido de comunicación en otro idioma, elaborado desde la información inicial, con sus propios objetivos.
El siguiente decálogo te ayudará a escoger con acierto a estos colaboradores.
Existen asociaciones y organizaciones de traductores profesionales que ofrecen estas informaciones, cuyos estándares de calidad y rigor son excelentes referencias. Por lo general, solo los traductores con más oficio, bagaje y trayectoria superan estos niveles. Estas acreditaciones son un buen dato.
Fíjate en las muestras para establecer la calidad real de sus habilidades idiomáticas. Aunque, claro, existe un problema: si dominaras el idioma, no necesitarías contratar a un traductor. Por eso, lo mejor es recurrir a un hablante nativo de la lengua traducida y, si es posible, con conocimientos en la original. Su opinión no será vinculante, pero sí muy importante.
Relaciona el tema y la materia de tu traducción con la experiencia de ese profesional. No es lo mismo un contenido jurídico que otro publicitario o un tercero literario. De hecho, puedes requerir una traducción jurada que únicamente pueden llevar a cabo ciertos lingüistas validados.
Para conocer mejor su reputación y su profesionalidad, busca opiniones y valoraciones online sobre su trabajo. Chequea con qué clientes ha trabajado y en qué tipo de encargos.
Es una buena manera de contar con una referencia práctica concreta en la que apoyarte. Lo ideal es que se corresponda con una parte del trabajo pendiente, o lo más similar posible.
Los profesionales y, sobre todo, las empresas certificadas son mucho más confiables. Los controles y procesos de calidad superados son un factor objetivo positivo. La norma internacional específica es la ISO 17100.
Es otra cuestión valiosa, incluso si en ese primer encargo necesitas un servicio estándar. Tras establecer una relación de confianza con el lingüista, su versatilidad es una ventaja adicional. Recuerda que existen distintos niveles: traducción sencilla, cono controles finales, revisada, automática, automática poseditada, etc.
No deben ser los factores prioritarios, pero sí te ayudarán a decidirte en caso de duda. No olvides que la calidad se paga y que lo barato suele salir caro. En cuanto a los plazos, si son excesivamente cortos quizás deberías sospechar. Dentro de lo razonable, cuanto antes tengas el servicio, en igualdad de condiciones, mucho mejor para ti.
Si sueles moverte con encargos de emergencia, es un dato útil que deberías considerar. En cualquier caso, la formalidad te aporta tranquilidad y la entrega a tiempo es más que importante.
Hazlo, sobre todo, al abordar determinados temas o encargos. Si precisas blindar esa información, recurre a especialistas plenamente confiables. Solicita la firma de un documento de confidencialidad y habla abiertamente sobre ello.
A continuación, te contamos qué caracteriza siempre a un buen traductor:
Por último, existen ocho factores diferenciales para seleccionar muy bien a tu empresa de servicios lingüísticos en otros idiomas:
Llegados a este punto, tienes mucho más claro cómo seleccionar a los mejores lingüistas y empresas para hacer tus traducciones. Los certificados de Trinity, TOEFL, IELTS o Cambridge para traductor proveen de un reconocimiento objetivo a nivel mundial. Son excelentes referencias para comparar y seleccionar a los candidatos óptimos. Por último, disponer de una empresa especializada y prestigiosa, como Linguaserve, es la mejor garantía de que todo saldrá bien. ¡Contáctanos ahora!